Un lubricante limpio es fundamental en los sistemas hidráulicos. Estos funcionan con tolerancias extremadamente ajustadas y altas presión, que los hace susceptibles a pequeñas cantidades de contaminación. La polución que se genera por las partículas sólidas de desgaste, el agua, gases y altas temperaturas son las causas principales del deterioro de estos sistemas. También se sabe que la mayoría de las fallas hidráulicas son provocadas por la contaminación acuosa o solida del fluido.

El análisis del lubricante hidráulico es esencial para la prevención de fallas en los sistemas. Se recomienda establecer un programa de pruebas rutinarias básicas, las cuales se encuentran contenidas en el paquete TRIBO 1. En el caso de tener sistemas más susceptibles a la humedad se recomienda el paquete TRIBO 2, este contiene el test Karl Fischer, el cual da resultados precisos de la humedad en % o ppm para un control más profundo.